23 de octubre de 2007

"EL RITO DE INICIACIÓN"

Foto de 1994 que muestra la "captura" sorpresiva de Oscar para ser "iniciado". La era de la reiniciación de los pioneros había llegado.

- "¿Oye, te hai fijado que siempre están llegando cabros nuevos al barrio? ...", le digo al Oscar.

- "Sipoh, pero siempre debemos mandar los más viejos ... nica que se barseen los giles que lleguen", me contesta.

- "Claro poh, se creen bacanes estos pendejos ... ", le digo medio enrabiado.
-" ¿¿Y si les hacemos un rito de iniciación, pa que sepan quién manda??", me dice Oscar con las pepas abiertas, tal como si hubiera visto a la monja Leo en pelotas pasearse por la calle.
- "Uuuhhhhh, bacán. Les abrimos las patas y les metemos un palo por el hoyo", le dijo entre risas, claramente visualizando la escena en mi mente.
El resto es historia. Muchos pasaron por aquel rito medio enfermizo que inventamos y del cual fui embestido como "sacerdote", por ser pariente del Mandinga y poseer un "background" vinculado con las cacherías y leseras de ese estilo.

Los Mortis, el Manta, el Titanic, entre otros fueron víctimas del báculo sagrado del sacerdote. Todo era por la aceptación. Pero no imaginen una violación o algo parecido, sino que todo era a modo de talla y dentro de las lógicas demenciales propias del grupo.

Lo gracioso es que después de "iniciados" todos los nuevos miembros, se comenzó con la iniciación de los viejos miembros, cuyo rito era planeado en secreto por el resto para pillar de sorpresa al aludido. Afortunadamente, nadie salió herido.

Algo que siempre rondó en mi mente, y que fue algo que nunca pudimos llevar a cabo fue la "iniciación" de Andresito (A.K.A. The Globber), la que ni mi prolífica mente puede imaginar, ni siquiera a modo de visualización.

Alexis

18 de octubre de 2007

MIRADOR DE BARÓN


Hola chicos. Acá les dejo un recuerdo de 1996, en la época que íbamos bien seguido al mirador a conversar o a sacarnos fotos ... al menos no al estilo "fotolog" de hoy en día. Desde abajo hacia arriba: Jaime, Alexis, Fernando y Oscar.

El que sacó la foto fue el Juanqui con la entonces "recién comprada" Canon E-FM. Puta que le sacamos el jugo.

Recuerdo que esa vez hicimos una sesión de varias imágenes, en espera de la aparición de Marmolina y su auto mágico, el que no llegó. Aún así no nos faltaban motivos ni situaciones de las cuales reírnos.

Bueno chicos, mucha suerte.

Alexis

21 de agosto de 2007

"May I Help You?"

Corría 1994 y la fiebre del cable comenzaba a surgir lentamente con productos mediocres y artesanales como "Tecnocable". Cómo no recordar aquella humilde revista ¿mensual? que cada mes dicha empresa entregaba a sus subscriptores para informarse sobre la programación. Un personaje de culto, "Tecnoman", fue uno de nuestros favoritos para huevear en esa época.

Pero no es sobre Tecnocable que deseo hablar, sino de una de las "joyitas" que se derivaba de él: Unovisión. Se trataba de un canal argentino, cuyo lema era "Imagen en movimiento" (sería por aquello de las cachas en pantalla) el que a contar de las 12 am de los viernes y sábados comenzaba su franja "erótica" con programas y películas subidas de tonos ... aunque el 80% estaban editadas para no mostrar imágenes explícitas.

Imaginen a un grupo de pendejos pajeros de 12 a 15 años con ese diamante en bruto en sus manos. En la era pre - internet esto equivalía a que un emisario golpeara tu puerta y te dejara un maletín lleno de porno, sólo para tí y tus amigos. Obviamente era comentario obligado los sábados y domingos por la mañana.

Esto hizo que naciera una nueva "camada" de ídolos cacheros, esos que se repetían en casi todas las películas, conseguidas en vhs recontra pirateados o vistas en el cable ... algunos de ellos perduran hasta hoy en el inconsciente colectivo de la calle Julio Verne. A continuación, listaré a dos para comenzar con una breve explicación, los próximos días vendrán los otros.
Nro 1:
Sinello Mentor (AKA Sin City)
Este tipo era un cachero síquico que tenía una especie de club donde la gente iba a hacer realidad sus fantasías. Aparecía a lo Carlos Pinto entre bruma y niebla, y era muy enigmático. Un Gentleman de la cacha ...la frase "May I help You?" (¿Puedo ayudarles?) se sumó a un sinnúmero de oraciones tomadas de las películas como "¿Quieres unírtenos? y llegó a su punto máximo cuando Marmolina y su auto mágico llegaron a Barón ... obviamente esta escena fue recreada una y otra vez en su vehículo.


Nro 2: Félix

Este hombre salía dentro de la película "Sin City" y era como un guía cachero medio ahuevonado. No follaba pero nos daba risa la cara weona que tenía. Además flotaba y andaba con unos calzoncillos ridículos todo el tiempo.






Estos dos por el momento ... recuerden que quedan grandes ídolos como Peter North, el Negro Manguera, Shadow (El enano cachero), el Magnate Cachero, entre otros ...

Continuará ...

24 de julio de 2007

ADIVINEN QUIÉN ES QUIÉN


Una de nuestras aficiones cuando pendejos era, sin duda, mostrar el poto. Vaya a saber alguien porqué esto es re común en los grupos de hombres ... ja ja ja ... es bastante chistoso. Los carapálidas se transformaron en una institución dentro de la calle Julio Verne.

Acá en esta foto del año 96 estamos de izquierda a derecha: Checoso, Juan Carlos, Alexis y Jaime.

Me acuerdo que el Juanqui se bajaba los pantalones y se daba palmetazos en los cachetes ... ja ja ja, como tocando los timbales o algo así. De antología.

5 de junio de 2007

El Equipo de los Chicos

Los chicos (1992 de 6 a 12 años creo)
Arriba: Marco (hale), Pedro (peyuca), Fernando (tata), Humberto (tito), OFE (feo)
Abajo: Cristián (manta), Alejandro (jano), Janito.

Cómo olvidar esos partidos que duraban toda la tarde con los cachirulos, esos partidos de los de abajo contra los de arriba… inolvidables, cuantos goles gritamos en las calles de nuestro barrio, cuantas jugadas de selección… mmmm, pero bueno esa es otra historia, se me había ido la onda…
Este post esta dedicado al equipo de los chicos. Para los que no saben nuestro grupo de amigos estaba dividido en dos subgrupos de edades: Los grandes y los chicos. Con los chicos siempre estábamos juntos jugando y conversando tonteras sin prejuicio por las edades. 

A veces los chicos se querían agrandar y nos retaban a jugar partidos de fútbol en su contra, lamentablemente para ellos la mayor parte de las veces perdían (a ver que dicen), a veces se podían medios giles y teníamos que darle su merecido en juegos semiviolentos, por ejemplo “las torturas” juego donde ellos escapaban y nosotros (los grandes) los perseguíamos… cuando los atrapábamos era obvio los torturábamos a veces los lanzábamos al hoyo y los hacíamos pelear en un rito denominado “thundertown” que era prácticado también en muchas otras instancias… tirábamos a dos chicos y los hacíamos pelear, generalmente tirábamos al ofe con alguien pa’ que le sacara la cresta… me parece ver a todos gritando : “dos hombres entran solo uno sale, dos hombres entran solo uno sale, dos…” aunque el ofe no era oficialmente del equipo de los chicos hacia de galleta cuando faltaba alguien… 

También por un buen tiempo integraron el equipo de los chicos los “Mortis”, tito y jano, dos hermanos que siempre se peleaban por estupideces, los mortis al igual que el "Hale boy" eran del equipo de los de arriba, de los cachirulos, pero formaban el subconjunto de lo chicos… recuerdo una oportunidad en el jano quería matar al tito porque lo molestaba con una cabra chica, tratando de detenerlo casi me voló un ojo… eran buenos pa’la pelota… 
Lo pasábamos bien jugando con los chicos… De los demás hablaremos en otra ocasión…

Adjunto la única foto que pude encontrar de Mandinga con textos en inglés, pero da lo mismo… no recuerdo si es la imagen oficial que veíamos en el video club del papá del Checho, de todas formas igual se distingue al negro manguera.



Oscar

24 de mayo de 2007

"¿ESTOY PREPARADO PARA UN SHOCK MENTAL TRAS OTRO?"


¡Cómo no olvidar al siniestro y macabro Dr. Gork! Un día apareció por casualidad en nuestra vidas y nunca más se fue. De hecho, pasó a ser uno de los tantos seudónimos del doctor Slimer (ver post anterior). Siempre con el Tata nos reíamos de la frase que salía en el cuadro amarillo: "Antes de ver este film pregúntese a sí mismo si estoy preparado para soportar un shock mental tras otro".

La verdad es que nunca vimos la mentada película, pero harto nos reímos de ella. Con la carátula nos bastaba. Hedía a mula, a chanta, a autopsia de marciano, con tripas falsas y todo. Creo que estaba al nivel de Holocausto Caníbal ... otra de aquellas películas de culto, pero mula al fin y al cabo.

Otra de las películas de las cuales nos reíamos, esto cuando íbamos al videoclub del pirata, era una erótica que salía un negro cachero en la portada. Era "Mandinga". Y a un costado la leyenda "Prohibida en 57 países". Tal fue el éxito de la talla que a mi abuelo lo bautizamos como tal ... ¿porqué se preguntarán ustedes? Bueno, ese es tema para otro post.

A ver si uno de los chicos consigue esa carátula y la sube al blog. Dejo la pelota botando.

Nos vemos.

Ale

15 de mayo de 2007

"DOCTOR, ¿CUÁNDO LLEGASTE A CHILE?"

-"Nos encontramos en los suburbios del Colga", son mis primeras palabras para dar inicio a una noche que marcaría un antes y un después para Fernando Rodríguez, mejor conocido como el "Doctor Slimer". 

Una grabadora de mano y el deseo irrefrenable de huevear nos llevaron a uno de los momentos más pelacables de toda la historia de la calle Julio Verne, sólo comparable a aquel inolvidable paseo a Melosilla de 1995.

Si algo entretenido pasaba en nuestra querida calle, era que cada noche era distinta a la anterior. Me refiero en cuanto al ánimo que nos rodeaba y a las bromas que constantemente se reciclaban dentro de nuestras retorcidas mentes, y que muchas veces tenías por víctimas a nosotros mismos.

Uno de los que más sufrió esto, fue sin duda, el "Doctor". Aquel amigo quitado de bulla que vivía en un pasaje denominado por los vecinos el "Colga", pero que en realidad era "Colgá", pues aludía a que nadie sabía cómo se llamaba y la gente quedaba colgada (por la duda).

Le inventamos de todo. Que era sobrenatural, que tenía tropas imperiales por parecerse a Hirohito, al que derivamos en Hirotito; que le corría cola fría por los sobacos; en fin, un sinnúmero de bromas pesadas que sólo él con su gran paciencia podía soportar, y que muchas veces llevábamos al límite, pero aunque cueste creerlo, sin mala intención.

La grabación que acompaña este texto es de aquella noche. Esa en que casualmente estábamos todos reunidos y dispuestos a webiar. Desafortunadamente para "Pepe Tapia", él sería el blanco de tales burlas. 

Sólo atinó a irse, como quién desea apagar la tele y dejar de ver un mal programa. Ese mal programa, éramos justamente nosotros, que al igual como la televisión real, seguimos festinando sobre él sin su presencia.

Un homenaje a nuestro querido "Doc", quién ya es padre de tres niñas (cómo pasa el tiempo), y sólo aclarar que todo lo que está registrado en estas grabaciones, debe leerse en su contexto, es decir, un grupo de adolescentes que buscaba divertirse por 1995.

Alexis

Doctor Slimer - Parte 1

Doctor Slimer - Parte 2

pD: Si están en una oficina o en un lugar muy pirulo, bájenle el volumen a sus parlantes pues el material de audio es de alto contenido explícito.

3 de mayo de 2007

EL CHECOSO CAGANDO

Je je je, aquí una foto del Checoso cagando en el baño de los Reyes. Bueno, en realidad es una humorada que se nos ocurrió en el momento, pero igual salió chistosa. Un saludo para todos, y volveré luego con una sabrosa actualización con audio incluido.

Alexis

16 de abril de 2007

UN COBARDE ATAQUE


- Ya hueón dale, préndelo.
- ¡¡¡Fuuuuuuuuuuuuuuuu!!! ¡¡¡Plat!!!- Jajajjajajaa, salió bueno la cagó. - Siiii, Tata, ¡¡¡jajajajajaja!!!

Era el Lale y yo jugando con fuegos artificiales chinos de dudosa calidad que seguramente habíamos comprado donde el “Tío Lucho”, también conocido como el “Violador”. Ese apodo se lo había ganado por supuestamente manosear a una niñas enfermas mentales, alumnas de un colegio vecino llamado “Cenines”.
El juego era sencillo: Consistía en prender voladores a ras de piso y verlos explotar lo más cercano posible de la casa de uno de nuestros más dignos rivales “El Viejo Choche”.
En eso estábamos cuando nuevamente escuchamos un ruido que nos tenía molestos hace bastante rato: ¡¡¡Takatakatakatakataka!!!. Era una tabla de skate pasando a toda velocidad por nuestro territorio, comandada por un extraño personaje, que si bien no cabía en la categoría de enemigo, tampoco era considerado un aliado. Su nombre era “El Ofe”, llamado así para no seguir menoscabando su orgullo y no decirle derechamente feo.

- “Oye este “Ofe” culiao que se cree, me tiene cansado con esa mierda de skate, podríamos meterle un volador por la raja al hueón”. Le digo al Lale.

- “¡¡¡Jajajajajajaaja!!!” era la obvia respuesta de mi compañero que estaba de acuerdo con la brutal propuesta.


Urdimos un plan fácil de ejecutar: Cuando el “Ofe” pasara con su tabla y estuviera a distancia de tiro, el Lale prendería el volador y lo impactaríamos en la raja.
- “¡¡¡Takatakatakatakataka!!!”, se aproximaba la tabla. - “¡Ya Lale ahí va!, ¡¡¡Préndelo!!!
- “¡¡¡Fuuuuuuuuuuuuuuuu!!! ¡¡¡Plat!!!. Justo en el blanco.
- “¡¡¡Jajajajajajajajajajajajaja!!!”, celebramos.


Muertos de la risa veíamos como el “Ofe” se nos acercaba con insultos tan estúpidos, propios de su bajo coeficiente intelectual como el clásico: “Tu abuela en bicicleta”.
Frente a lo cual nuestro filántropo amigo respondía con un rosario del calibre que todos conocemos.

No seguimos su juego, nuestro plan había dado resultado y era suficiente para deshacernos del molesto ruido. Decidimos entonces emprender nuevamente nuestro juego, lo recuerdo claramente: en ese momento el Lale se agacha para prender un nuevo proyectil, yo me doy vuelta para seguir con la mirada al “Ofe” y en fracción de segundos veo como aquella tabla skate de color verde impacta en la cabeza de mi amigo con profundo sonido de “¡¡¡Clack!!!”.


Era el “Ofe” el cual en un acto de cobardía y motivado por la ira que había sentido segundos atrás, ataco a nuestro socio a mansalva por la espalda con su maldita tabla.
No sé porque no lo golpee como estaba acostumbrado hacerlo, no sé porque no revolqué su cara por excremento de perro como una vez lo hice, simplemente me quede ahí parado, atónito por aquel ataque tan falto de hombría y solo atiné a preguntarle a mi compañero: “¿Te sientes bien?”, “Sí” me dijo mi adolorido amigo, frotándose su cabeza (la que no es muy pequeña que digamos).

“Anda a mojarte”
, le dijo Paola (hermana de Lale), que justo en ese momento se había asomado a la calle. Esta vez el “Ofe” era el vencedor, pero yo me cobraría una dulce revancha con su humanidad.
Actualmente el “Ofe” se ha retirado de las canchas y de vez en cuando lo veo pasar por la calle, hace algún tiempo me preguntó por la salud de mi perro y de ahí en adelante sólo un “hola” entre ambos. Según creo trabaja desde que su padre “El Mongi” quien le heredara genéticamente tan particular fisonomía, muriera.
Me comentaron que es guardia de discoteque, con esa cara debe ser la discoteque del “Caleuche”. De todas maneras nuestras cuantas ya están saldadas y sinceramente le deseo suerte.

TATA

12 de abril de 2007

LOS GLINES



Me acuerdo cuando nos dio por pintar el muro que queda al frente de mi casa. Todos ayudaron: Las Paolas, la Vanessa (hija de Caperusito), Mexlar, y todos nosotros (excepto Juan Carlos que aún no llegaba al barrio).
Dibujamos de todo, pero lo que más grande pintamos fue una svástica nazi. No me acuerdo porqué lo hicimos. Quizás por lo cool que nos parecía que se veía.

En esa época habíamos inventado un sonido llamado "Glin" ... la historia no la recuerdo bien, si alguno de los chicos se acuerda, por favor postearla. El tema es que junto al símbolo pintamos "Hitler Glin", "Musso Glin" y "Chu Glin". Bueno, y de ahí deriva esta imagen, tomada en 1988, en donde el Checoso y el Jaime salen mostrando nuestra "obra de arte".

Qué freak saber que 15 años después los grupos neonazis se pondrían de moda ... quizás la gente creyó en su minuto que éramos parte de una célula hitleriana o qué se yo. Cosas bizarras que ocurren.

10 de abril de 2007

LA EVOLUCIÓN DEL HOMBRE

De izquierda a Derecha: Jaime, Oscar, Checoso, Juanqui, Tata. Foto tomada por mí en 1996.

9 de abril de 2007

LOS CORAJE

Recuerdo que en la década de los 80, TVN nos saturó con producciones dramáticas cebollas importadas principalmente desde México y Venezuela. Extrañamente causaban furor entre las dueñas de casa, pero lo más risible era que sus tramas no escapaban de la guagua perdida, la tipa que quedó ciega y recupera la vista, la jovencita que muere a balazos entre otras de símil calibre.

En esa época daban "Los hermanos Coraje", una telecebolla mexicana que ni me recuerdo de que trataba, pero con los chiquillos nos daba risa su comercial. Creo que bastante de posero tenía. Y en eso éramos expertos imitadores.

Por eso un día cualquiera, en que mi hermana estaba sacando fotos, le pedimos que nos tomara una instantánea. Estábamos el Tata, el Checoso y yo. No me recuerdo porqué cosas de la vida, decidimos llamarle "Los Coraje".Lo chistoso es que tal fotografía se terminó transformando en una suerte de rito a través de los años, hasta 1994 en que no sé porqué motivos, dejamos de hacerlo.

Siempre me he preguntado si algún día volveremos a tomarla de nuevo. Todos más viejos y barbones, (no digo canosos, porque el Checoso está igual de canoso desde los 9 años). Sencillamente sería un buen experimento por realizar. Así es que muchachos, los invito a tomarnos la "Corajes 2007", nueve años después.

Alexis


Actualización: En 2011 tomamos la nueva versión de "Los Coraje"



FOTO DEL RECUERDO

Foto del Recuerdo: "Los Potos" De izquierda a derecha: Checoso, Juan Carlos, Alexis y Jaime.
Foto tomada en octubre de 1996.

27 de marzo de 2007

"DA LA CARA AL PAÍS" DIJO EL RAPERO A LAS 4 AM

Las vacaciones de fiestas patrias se acercan y con ellas el callejeo propio de nuestra edad. Útiles, cuadernos, libros y todo lo que emane ese penetrante y a la vez despreciable olor a escolar, queda momentáneamente suspendido y relegado a un rincón de ese exquisito olvido que es la despreocupación.

Me han prestado un Super Nintendo, que por estos tiempos es la novedad del año en cuanto a videojuegos se refiere. El Pelao Castillo se rajó y ahora puedo disfrutar del popular "Street Fighter 2" en mi casa, en mi propia tele. Un sueño para unos videomaníacos como mis amigos y yo.


Pero el Castillo sólo me ha prestado la consola y un juego del rol llamado "Drakhen" que es pésimo e indescifrable, por lo que quiero cambiar de juego. Decido ir a ver el videoclub del "Pirata", un tipo que a duras penas sobrevive tras el auge del VHS a fines de los ochenta. Hoy es más un minimarket que un club de arriendos.

- "Hola, que tal", digo observando alrededor. "¿Qué juegos de Super tiene para arrendar?, pregunto.
- "Sólo me quedan estos", me dice el "Pirata", que poco y nada sabe de títulos.
- "Ah, ya", le digo pensando en los bodrios que me estaba mostrando. "Bueno, gracias de todas formas", le digo desilusionado mientras me apresto a salir del negocillo.

De pronto, y como una aparición casi tan programada como los irreales actores de Truman Show, aparece el "Juani", compañero de la básica y que también vivía en el cerro. Saludo por
cortesía. Debo confesar que sólo guardo buenos recuerdos de dos amigos de ese entonces, el resto no me parece interesante en lo absoluto.

-" Hola poh Ale", me dice con aquel clásico aire de grandeza de quienes no se han visto en harto tiempo y pretenden parecer más guapo y canchero que el otro.

-"Hola poh", le digo de reflejo. "¿En qué andai?," le pregunto.

-"Acá devolviendo un juego de Super", me dice mientras mis ojos se desvían hacia el cartucho para ver qué juego era. Lo diviso y me doy cuenta que es una bosta.

-"Uhh, yo igual venía a eso pero están re fomes los juegos. ¿Cuál tenís tú?. Podríamos intercambiar", le digo.

-"Ya poh, tengo el Street Fighter 2", me dice mientras mis ojos se ponen como los del gato con botas de Shrek 2.

-"Yap, yo te presto este que es bacán", le respondo mostrándole mi super juego.

Trato hecho. Intercambiamos cartuchos y le doy mi fono para que coordinemos la devolución. Ambos partimos como rayo a nuestras casas para disfrutar la novedad que teníamos encima. La diferencia radicaba en que yo tenía la diversión asegurada, mientras que mi compañero iba directo al aburrimiento mismo.

Luego de saciar todas nuestras ansias jugadorísticas con mis amigos, era hora de hacer el clásico calabaza, calabaza. El agotamiento visual me derribó por completo, sumiéndome en un profundo sueño, sólo interrumpido por un inesperado llamado telefónico a eso de las 4 AM.

-"¿¿¿Aloooo??? ¿Kikeeee?", decía una desorbitada pero reconocible voz. Era el "Juani".

-"Kiiikeeeee, no seai maricón, da la cara al país, Kikeeee", decía entre los murmullos de un gran carrete a sus espaldas. Había risas que ensalzaban más su inusual llamado.

No sabía si reírme o hablar. Sólo atiné a escuchar y a tratar de descifrar tanta mierda enlatada telefónicamente.

-"... te doy tres segundos para hablar ... uno .... dos .... tres ....", contaba evidentemente drogado y curado.

-"¡¡Ya, sabís que más, te regalo el casete pero igual te voy a pillar con los cabros!!", me decía mientras lo imaginaba junto a una turba de raperos al son de Public Enemy persiguiéndome por las calles de Barón. Sólo atiné a sonreir e imaginar como derrotar a M. Bison al día que comenzaba dentro de poco y me dormí.



Publicación del Farso que relata lo sucedido la noche en que "El Rapero" me emplazó a dar la cara al país.

12 de marzo de 2007

CAPERUCITO EN ARMAS, LA VENGANZA

No había vuelta atrás. La afrenta ya había mancillado nuestro orgullo de pandilla y sólo restaba desquitarse del injustificado ataque por parte de Caperusito. Es temprano y Juanqui toca el timbre de mi casa. Estoy solo así que lo invito a almorzar mientras craneamos alguna forma de webear a quien nos atacara días atrás.

- "Oye, ¿y si lo hueviamos por teléfono a este viejo culiao?", le pregunto a Juampi.

- "Ya poh ... ja ja ja, demás que está arreglando una tele", me contesta.

Mientras la pizza está lista, buscamos el número en la guía de teléfono. Nirvana es la banda sonora del momento, el que quedaría registrado en una grabadora de bolsillo que me habían prestado hace unos días.

- "Uuuuhh, grabemos esto ... ja ja ja, después nos cagaremos de la risa", digo.

- "¡¡Siiii, y después se las mostramos a los cabros!!!", me contesta con cara de niño con juguete nuevo.

- "Acá está", interrumpo apuntando el número de nuestra víctima en la guía de teléfonos.

La radio suena a todo lo que da. No es un equipo por lo que no suena muy bien, pero nos inspira para descargar la furia contra uno de los tantos némesis con que la calle nos había regalado. "In Utero" rota en el cd player y Juampi empieza a marcar. Yo me coloco en el otro auricular para interrumpir cuando sea necesario. Suena el tono de marcado.

- "¿Alo?", contesta una voz lejana.

- "¿Aló buenas tardes, estará Caperusito?, ¿Aló, Caperusito?", dice Juanqui con un tono dudoso, pero conteniendo un rosario listo para descargar en el momento preciso. No hay respuesta aparente. Pareciera ser que nuestra víctima recuerda a quienes llamó "Caperusitos" sin motivo.

-"¡¡¡ Contesta poh conchetumadre, no te hagai el weón!!!", esputa sin misericordia tras los pocos cojones de nuestro aludido. Me uno ipso facto a la arremetida.

La catarsis es total. Las risas no son las menos. Nos parece increíble poder hablar tanta mierda sincronizada sin ensayo previo. Decidimos darle un descanso al canalla y huevear a otros números. El juego se torna divertido.

Restorantes, casas particulares y especialmente los mismos vecinos del sector se convierten en los principales objetivos de nuestras infantiles pero divertidas pitanzas. Palabras como "culiá", "pichula" y "sapo" son los principales caballitos de batalla para un pueril e inocentona revancha.

-"Llamémoslo de nuevo poh", me dice el Juanqui impaciente, con una risa a lo Beavis en el rostro.

-"Acá está el número. Dale no más", contesto.

Esta vez ponemos el micrófono de la grabadora cerca del auricular y bajamos el volumen de la radio para registar todo detalladamente. No podemos fallar. "Tuuuuuut", suena el tono de marcado.

-"¿Aló?", contesta la esposa del Caperuso.

-"¿Aló, estará su esposo?", dice Juanqui esta vez para pasar más piola.

-"Sí, a ver, espere", le dice amablemente la voz.

Nos sobamos las manos y nos aguantamos las carcajadas. Esta vez nos tiene que hablar.

-"¿Aló, buenas tardes?", dice una voz amable. Es él.

-"¿Aló Caperusito?", dice Juanqui.

-"Sí, con él" contesta. Ha entrado en nuestro juego. Sabe quiénes somos.

-"¿A voh te gusta la pichula?", le pregunta inquisidor el punkrusio.

-"¿Con quién hablo?", le dice irónicamente el hombre de los piedrazos.

-"Ehhhh ... con el Magnate Cachero* ....", duda peligrosamente Juanqui.

-"¿Y no te duele el poto?", le devuelve un canchero Caperuso. Cuelga.

El gusto no es de triunfo absoluto, pero si de haber equiparado las fuerzas. Es suficiente por hoy. Mis viejos ya llegarán y la cuenta del fono no aguantará tanto tampoco. Revisamos nuestra grabación y salimos a la calle en busca de algunos escuchas interesados en reír con nuestras payasadas.

A D V E R T E N C I A

A continuación ponemos a disposición vuestra las grabaciones originales de los diálogos aquí contados. Sólo se han subido aquellos aludidos acá, pero la grabación es mucho más extensa. Debido al fuerte contenido explícito verbal de las mismas, se recomienda no escucharlo a parlantes abiertos, sobre todo si estás en una oficina o en la universidad. Por su comprensión gracias.

Pitanza a Caperusito 1
Pitanza a Caperusito 2
Pitanza del Llamado de la Fortuna

Alternativa Pitanza 1
Alternativa Pitanza 2
Alternativa Pitanza 3

* El Magnate Cachero es uno de los tantos personajes pertenecientes a la fauna de las películas producidas por John Goodman durante el período 1994-1996, cuya principal característica era el cuestionario al final programado con un Atari.

1 de marzo de 2007

Banco Patolines

Regalitos, club de amigos (Los Potatos o el Anti Pablo Ruiz), equipos de fútbol, pruebas de destreza física, guerras varias, Teletones (como la Checotón), campeonatos de tenis (Que hoy terminan en la búsqueda del top one de Baronx: Mano de piedra Checoso o el Mago Hale), venta de helados… Éramos un equipo organizado y completo de muchachos. Esta es la historia de nuestro banco….

Buscando en mi baúl de recuerdos encontré mi antigua libreta de ahorros del Banco Patolines (a la derecha)…. A mi amigo Alexis, su primo Rodrigo y creo que a mí por esos años se nos ocurrió hacer un banco con el fin de ahorrar dinero… era el verano del año 1991 y la idea parecía buena, ahorrar por un tiempo para después poder comprarse algo entretenido… quisimos hacer algo serio, al comienzo las cosas partieron bien y el Ale como siempre se organizó y preparó las libretas de ahorro, no recuerdo cuantos éramos los integrantes, sólo recuerdo que alcance a depositar $20 pesos (incluso para esa época era poca plata), el Ale, el Rodrigo, la Paola (hermana del Ale) tenían depositado mucho más, y así lo hicieron constantemente por algunas semanas… Ahora pienso que si hubiésemos seguido ahorrando en nuestro banco el día de hoy seríamos todos multimillonarios (ZAAAA!), aunque yo que depositaba menos sólo sería millonario… Bueno lo que paso después, para mi fue un misterio… un día me enteré que habíamos quebrado… la parecer mis $20 pesos murieron en un helado en la boca del Ale… 

Aunque hablando en serio, ese banco me sirvió para conocer el poder del ahorro…
A todo esto los $20 pesos que deposite ni siquiera alcanzaron para llenar la libreta .

Oscar

Pd: se viene la historia cuando el Waton se metió a mi casa y rompió el billete de 5 lukas que había arriba de la mesa del comedor.

26 de febrero de 2007

CAPERUCITO EN ARMAS

Riiiing, suena mi timbre. Es el Juampi, viene de tomar once y ha comenzado su diaria tarea de reunirnos a todos para la "patita nocturna". El sitio elegido: "El hoyo", un cauce de anormal tamaño que sirve de resumidero para las aguas que bajan de calle Tocornal. Sus bordes, son perfectos como bancas para "echar la talla" durante un momento.

- "¿Qué hacemos?", le pregunto.

- "Vamos a buscar al Tata y al Oscar, parece que el Osquito también andaba por ahí", me contesta.

Acto seguido, se asoma el Jaime y el Checoso viene del centro. Estamos todos reunidos. Son alrededor de las 9 y media de la noche y ya está oscuro hace bastantes minutos. Las risas van y vienen en lo que parece una jornada normal para los "Morton".

De pronto una sombra tambaleante se aproxima por el sector de calle Castro. Es Caperucito, el repara teles. Bueno, aunque demore años, a veces lo logra. Su vacilante andar es producto de unos tragos de más, algo habitual en este singular personaje y declarado archienemigo nuestro.

Sólo atinamos a mirar cómo se aproxima. El "hoyo" se ubica justo en frente a su casa, pero no inmediatamente encima, por lo que hay bastante espacio para maniobrar un transitar "pacífico". Se nos acerca de manera indetenible.

- "A ver, déjame pasar weón", nos dice agresivamente apartándonos de su camino.

Debido a la notoria borrachera que lleva a cuestas, pierde el equilibrio y se va de bruces hacia el hoyo que nos cobija en ese momento. De pronto y en una rápida acción, Jaime logra asirlo del brazo.

-"Suéltame weón", le dice altanero.

-" ... ¿así que ustedes me rompieron la baranda? ..." insistió balbuceando. "¿Se creen muy inocentes, blancas palomas? ¿Se creen caperusitas inocentes?", esputó enrabiado.
Tal como relatare Coco Legrand en reiteradas ocasiones, se sacudió los pantalones y siguó zigzagueante hacia su morada. Todos hemos quedado mudos por el episodio vivido.

- "¿¿Qué chucha este viejo de mierda??" ... "Casi se va de hocico y nos echa la foca" ... "Caperucito reculiao", claman unas confundidas voces en el "hoyo".

La noche sigue su curso y todo parece haber vuelto a la normalidad. De pronto la puerta de la mansión caperusita se abre y en uno de los hechos más risibles de la noche, el otrora chacal de los condensadores y las resistencias, escoba en mano, sale a barrer su puerta a tales alturas de la noche. Acto seguido, envía a su perro "Kaiser" a vigilar y a merodear los alrededores de su casa para mermar cualquier intrusión en sus dominios.

- "Ve a vigilar", le dice arengando al cancerbero de cuarta.

Atónitos, no atinamos más que a reír y a webear al perro, que no amedrenta ni a un niño de 4 años. Los comentarios no se hacen esperar y tratamos de buscarle una explicación a todo lo que está sucediendo. 

Oscar cree que está muy borracho como para cachar lo que está haciendo, el Juampi dice que debe ser porque la otra vez le agarramos la puerta a piedrazos y se está vengando.

-"Ta loco este weón", le digo a los chiquillos.

-"¿Y qué cresta cree que hace con ese perro ahí?", replica Jaime.

Nuevamente se abre la puerta, y cuando esperamos algún insulto de parte del técnico, sólo llama a su perro y lo entra. Su misión aparentemente ha fracasado. Mientras tratamos de descifrar el enigma, un zumbido pasa por nuestras orejas y termina en un ruido sordo en la reja de la casa de Victor Garra, lugar que parapeta al "hoyo".

-"Uuuhhh, cachaste eso", dice el Tata.

-"Fue un piedrazo", contesta el Oscar.

Pafff. Suena el siguiente.

-"Agáchense cabros, nos están tirando piedras", dice el Osquito.

-"¿¿De dónde vienen??", pregunto tratando de esquivar algo que no veo.

-"Miran cabros, cachen, entremedio de las ramas ... en la casa del Caperusito", dice el Juampi.

En un acto más coordinado que el ballet del Festival de la Una, todos levantamos la mirada al unísono y vemos una de las escenas más bizarras que hayamos vivido durante toda nuestras jornadas en la calle: Caperusito con un casco, estilo comando, oculto entre las ramas de su casa tirándonos piedras a mansalva sin razón aparente.

-"Caperusito culiao", no tardamos en gritarle.

-"Métete los atornilladores en la raja, aweonao", seguimos.

-"Cabros culiaos", nos contesta mientras se oculta para recargar municiones.

Decidimos huir. Abandonamos momentáneamente el "hoyo" para buscar un refugio más seguro. Nadie quiere irse con un chichón a acostarse, pero en nuestras cabezas ya rondaba la idea de la venganza. Nos habían atacado sin provocación alguna. 

La semilla ya había sido plantada y sería a través de la vía telefónica donde ésta germinaría, de lo cual, por suerte, hay un registro grabado.

Continuará ...
¡¡DOBLE ACTUALIZACIÓN!!

Así lo publicó "El Farso" en su edición del 8 de diciembre de 1996, titulando en portada "El ataque de Caperusito".

14 de febrero de 2007

EL SATÁNICO DOCTOR SLIMER

Homenaje realizado al temible Doctor Slimer, conocido también como Carlos Saúl De Menem, Hirotito, Pepe Tapia, durante 1996. Desfilan frente a su "olorencia", Juanqui, Tata y Marcos "Hale".

Nótese que del cuerpo del doctor sale un halo o materia ectoplásmica ... ¿estaría tan caliente en ese momento que se preparaba para rociarnos a todos con su pegajosa materia verde? ¿Porqué habrá cerrado los suburbios del Colga? ¿Deseaba impedir que el FBI llegara a su laboratorio ultrasecreto? Son respuestas que nunca han tenido una respuesta clara.

¿Se acuerdan que una de las características del doctor era cuando aparecía de manera silenciosa y sin emitir sonidos, como espectralmente? Nunca supimos si se materializaba realmente o flotaba por lo que no hacía ruido al pisar.


Muchas páginas del Farso fueron dedicadas a este misteriosos personaje, llegando incluso a sacar dos portadas tras sus viajes al No Mundo.

Historias entorno al Doctor sobran muchas, las que detallaremos más adelante, pero como adelanto les diremos que en la "Bitácora del Capitán Pichula" (diario escrito durante el campamento de 1996) están contenidos con lujo y detalles las aventuras de este gran personaje.

Ya pues, espero actualizar pronto. Ah, acá les dejo una foto del Checoso cometiendo sacrilegio con el brazo del doctor ... quién no se acuerda cuando al doctor le daban los ataque de furia y nos atacaba a Bavaria descubierta, enterrándonosla en la guata.

11 de febrero de 2007

"YA YA YA EMPEZÓ, YA EMPEZÓ"

Acá les dejo un regalito de antaño: El tata haciendo una imitación de "Andresito" (AKA The Globber) cuando le daban las pataletas y pegaba en el suelo diciendo "Ya ya ya ya empezó, ya empezó" Para luego llorar con su clásico llanto: "Iiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii"

Nótese que el Tata sale comiendo un helado de bolsa, en la época en que los Reyes vendían y eran competencia directa de los helados de Ani y Valdini Cia. Si mal no me recuerdo, los de agua valían $10 y los de leche $20. Todo un dineral pa la época.

Ah, la foto es del año 1989.

Alexis

9 de febrero de 2007

FESTÍN DE MIERDA


Una sombra se alarga mientras se aleja del último poste que alumbra de manera constante la escalera a Eloy Caviedes, la expectación crece y la cuenta regresiva comienza a medida que la figura se acerca al primer peldaño.
  • 4, 3, 2, 1 ....., cuentan entre risas todos los muchachos.
  • Yyyyyy..... ¡¡¡Splash!!!, entonamos cagados de la risa.
Como la luz del farol parpadeaba continuamente, la escalera hizo presa de muchos desafortunados zapatos, que no escatimaron esfuerzos para esquivar el vendaval de mierda que se les venía encima. Muchas palmas ya no serían las mismas tampoco luego de aquel hermoso pasadizo de desechos naturales.
  • "Uhhhh, que bacán, ahi viene otro hueón", dice entusiasmado Juanqui.
  • "Tápense las caras con las capuchas, pa que no nos cachen", le digo al resto.

La noche se nos pasó entre risas e imitaciones del sonido de la plasta al ser compactada por una incauta suela desprevenida. El día siguiente, sin embargo, nos develaría la verdadera magnitud de nuestra "intervención".

Son las 11 de la mañana y suena mi timbre. Es Juan Carlos y el Tata.

  • "Cáchate Lale, la escalera está llena de rastrojos de mierda hasta abajo ... ", dice el Tata.
  • "Y hasta hay choclitos duros en el pasamanos", aporta Juampi.
  • "Jajajaja, ¿en serio? vamos a cachar", digo entusiasmado.

El cuadro con el que nos encontramos era digno de un artista plástico moderno, el que en vez de lanzar salpicones de pinturas con sus manos sobre un lienzo, lo había hecho con sus pies sobre concreto y con mierda. "Hermoso", exclamamos al unísono.

Las huellas se extendían varios metros más abajo, y se acumulaba especialmente en los vértices de los escalones, lugar ideal para limpiarse los pies tras casarse con la reina. Las explosiones de risa no se hicieron esperar. Era como que un perro hubiese usado la escalera para limpiarse tras defecar en su descenso.

  • "¿Te imaginai que uno de los que bajó se hubiera encontrado con una amigo allá abajo y le hubiera dado la mano?", dijo Juanqui.
  • "Ja ja ja, o que hubiese venido comiendo ramitas ... o nachos, no habría necesitado mayo ni mostaza", respondí.
  • "Hay que puro repetirla", insistía el Tata entusiasmado.
  • "Ya poh, a la noche vemos como no va con la cacería", dice el Juanqui
  • "Ya oh, me voy a almorzar", les digo a los chicos.

"Chabela", nos decimos, sabiendo que más tarde daríamos inicio a una nueva jornada de recolección de "regalos", quién sabe si más afortunada que la recién terminada.

29 de enero de 2007

ESCALERA AL INFIERNO

La polvareda dejada tras la estampida hacia Julio Verne es corolada con risas y gritos propios de la ocasión. Muchos nos hemos refugiado a un costado de la casa del Juanqui, otros se ocultan bajo la ventana del mítico "Victor Garra". No debemos ser descubiertos por nuestra casa "favorecida".

- "SShhhhttt, cállate weón, no veí que estan sapeando por la ventana con la luz apagada", dice el Tata.

- "¡¡Que estai sapiando vieja culiaaaaaaaaaaaaaaaaa!!", grita Juanqui en su mejor esfuerzo para imitar al primogénito de Caperucito.

Estalla una de esas risotadas ahogadas por el temor a ser descubierto. Aún se ve una silueta en la ventana de la casa, que tiene una galería y una vista privilegiada hacia nuestros terrenos. Estratégicamente nos tienen de los huevos. Alguien se tira un peo.

-"Puta el weón hediondo", dice el Tata entre risas.

Me cago de la risa. Tirarse un peo en esa situación donde nadie puede arrancar ni alegar por su putrefacción, es un manjar reservado sólo para estos momentos. Me alegro de haber comido porotos en la mañana.

Cierran la cortina. Es hora de arrancar. Nos sentamos en la escalera del guatón Morsa satisfechos por la "misión cumplida", pero aún queda demasiada noche como para entrarse a ver Unovisión, y en su defecto, a las chicas de poleras mojadas del 12 x 24.

- "¿Qué hora es?", pregunta Juanqui agitado por el carrerón.

- "Es la hora de divertirse", contesta Oscar con risa de bufón.

- "¿Quedan bolsitas?", le pregunto.

- "Sí, ¿porqué?", me contesta con cara de intriga.

- "Pa seguir recolectando mierda poh", le contesto.

La idea es aprobada. Parecemos haberle robado el pasatiempo a los recién nacidos: Jugar con caca. La faena sigue pero esta vez hacia el sector de la perrera. No podemos arriesgarnos a ser sorprendidos por una brigada desde Tocornal. Sería un suicidio estratégico.

Cerca de la casa del Checoso la tierra es generosa y comparte varios trozos de bosta con nosotros. La madre naturaleza cree en nuestro gesto pro reciclaje y nos concede los más suculentos budines recientemente cuajados. Habíamos dado con un perro con diarrea.

- "UUuuuuuuuhhhhhhh", se iluminó el rostro de todos. Parecíamos niños con juguete nuevo.

Esta vez, el botín es cuantioso. Los más duros y blancos son desechados pero Juanqui insiste en tirarnos algunos trozos.

-"Ya poh weón córtala", le dicen todos.

Falta el "sitio del suceso". Pese a la cómplice soledad de la calle, aún se desplaza gente hacia sus hogares, sobre todo por la escalera que conduce a la calle de abajo: Eloy Caviedes. 


Las miradas se cruzan, las dendritas y neuronas hacen clic y ¡zas!. Un poste cagón alumbra a medias y deja en semi penumbras el lugar, ideal para una "intervención" artística.

- "Juanqui, quedate acá avisando si viene alguien", le digo.


-"Tu Tata ve abajo", le dice Oscar a su hermano menor.

De pronto se produce el instante propicio para actuar. Baja la temperatura y un viento frio sirve para refrescarnos del calor del verano, y de paso llevarse el olor a mierda bajo nuestras narices. La escalera es perfecta: El primer tramo está a medio iluminar y es lo suficientemente largo para "regarlo" a nuestro antojo.

Entre risas ansiosas ponemos a un "niño" en casa escalón, lo suficientemente oculto para que un caminante distraído bañe sus zapatos en esta plastilina de origen animal. La luz del poste empieza a oscilar, se prende y se apaga. Era el golpe de suerte que necesitabamos.

Debido a lo cuantioso del botín, sobran varias piezas de un rico valor que no estamos dispuestos a desperdiciar por ningún motivo. Pienso un minuto.

- "Ya weón, presta pa acá", le digo al Oscar.


- "¿Qué vai a hacer?", me pregunta.

Acto seguido, tomo los elementos de consistencia más licuosa y emulando a quién pulirá el pasamanos con abrillantador, lo embetuno con mierda para opacar su brillo y de paso sorprender aún más a nuestros queridos pasajeros.

Nos cagamos de la risa. Poco o nada podemos aguantarnos las ganas de comenzar a contar las víctimas. La mesa está servida y sólo faltan los invitados. Nada puede arruinar este gran momento. Entre risas vemos el agujero que dejó el "bombazo" de chispitas cuando el Tebby lanzó una piedra desde unos 3 metro de altura para detonarla.

- "Uhhh, te acordai de eso", me dice el Oscar.


-"Y te acordai que el gil culeco apareció entre el humo como Terminator", acota.

Subimos rápidamente y nos apostamos en nuestra trinchera con vista preferencial: Los altos de la casa del guatón Morsa. Una silueta se divisa a la distancia, es la primera víctima. La risas ansiosas no se hacen esperar ... queda poco para que el trabajo de una noche de vagancia de sus frutos.

Continuará ...

24 de enero de 2007

RECOLECTORES DE SORPRESAS



  • "¿Qué hacemos?", pregunta el Tata.

  • "Puta no sé, ni esperanzas que venga Marmolina en su auto mágico", contesto inseguro.

  • "No creo que pueda, parece que lo castigaron", acota Oscar.


Una cálida noche de verano parece acabar como muchas otras: Jugando al clásico "Calabaza, Calabaza". No rondan muchas almas por la calle, todo parece tranquilo. Ideal para una de esas pelotudeces brillantes propias del barrio de Julio Verne.

Extrañamente nadie ronda el sector de Castro. la escalera del guatón Morsa está desierta y sólo transitan aquellas personas que desean regresar a descansar a casa tras un arduo día de trabajo.

  • "Oye Oscar, ¿tenís papel de regalo?", pregunto con cara de eureka.
  • "Sí, parece ... pero, ¿pa qué lo querís?", me dice dudoso pero cagado de la risa.
  • "Adelantemos la navidad poh weón, regalemos sorpresitas", le digo en un tono burlón.
  • "Ja ja ja ja ... ", se rien todos con alma de complicidad.

Como es usual, todos desaparecemos un instante hacia nuestras casas y regresamos con los instrumentos necesarios para nuestro cometido: Papel de regalo, bolsas plásticas y lo más importante, una "palita". El objetivo: Hacer un barrido desde los Moyano hasta la perrera en busca de mojones de perro. Mientras más frescos mejores.

  • "Ya hueón, ponte la bolsa como guante", le digo al Juan Carlos.
  • "Pillé uno", grita emocionado el Tata, cual ganador del loto.
  • "Uhhhhhhhhhhhhhhhhh ...", exclamamos todos, " ... ¡¡y está en su punto!! ...", agrego.

Oscar se caga de la risa. Esta frase se convertiría en la "oficial" que debería decir un verdadero y auténtico "catador de mierda" a la hora de su aprobación. Hallar uno con choclos se constituiría más tarde, en el summum de tal extraña afición.

Luego de varios intentos fallidos, el botín es pobre. Pese a que la idea es considerada brillante, la población canina del barrio parecía no acompañarnos.

  • "Uuuhhhhhhhhhhhhhh cacha Oscar, cacha Lale, ven Tata ... ", grita Juanqui como loco.

Los ojos del grupo se iluminan como quien ha encontrado el santo Grial. Éramos los Howard Carter de la bosta, textualmente pisábamos la tierra santa de la meca. Un hedor insoportable nos hacía taparnos sin éxito nuestras narices, esbozando entre los géneros una sonrisa de pendejo malo quién se trae algo bueno entre manos.

  • "Lávate la concha poh weón", decía Juanqui en tono burlón.
  • "Mejor lávate los dientes voh poh", respondía otro.

Era un pescado podrido. Inerte yacía aquel tesoro indigno listo para ser depositado con guante de terciopelo en nuestros "mágicos" envoltorios, listos para repartir "felicidad" a nuestros amados vecinos. Sólo faltaba el objetivo.

  • "Vamos a cachar a Tocornal", dice uno de los muchachos.
  • "Ya poh", asiente el resto.

Acto seguido se lanzan a recorrer la calle vecina en busca de alguna víctima. Y cuando creíamos que nada iba a funcionar, sí lo hace aquel viejo y conocido dicho: "Cuando se cierran todas las puertas, se abre una ventana". Pasa una micro y nos hacemos los locos. "¡Ahora!", grita uno de los muchachos. Se ven luces encendidas, pero da lo mismo. La consigna es regalar "alegría".

  • "Satán Clos", grita con voz de mongolito Juanqui, imitando a Caperucito's boy.

El pescado raja el envoltorio y cae junto a la ensalada de choclos y chocolate por la ventana hacia el interior de la casa. Es hora de correr. Un tumulto de risas baja hacia Julio Verne gritando leseras dignas de la ocasión. Una luz se ha prendido en la casa "regalada". La operación fuga ha comenzado.

Continuará ...

23 de enero de 2007

"Negocios de Barrio"

"Los Moyano"

Hola Amigos


Acá les dejo un post del diario personal del Ale que relata la historia del negocio de la “Qza de León”… 

“Toda mi infancia compré en él. Recuerdo claramente su evolución a través de estos años. Cambios de dueños, mas no de familia; aperturas laterales, uso de vitrina, arreglos de fachada, entre otros. El negocio de Los Moyanos es parte de la historia de mi barrio…” Seguir leyendo


A todo esto me acordé que desde hace años que no veo al “pican las arañas”… también conocido como el “último de los moyano”, la última vez que lo divise andaba vestido medio punk, alguien sabe que fue de él?… a la que veo siempre es a la hermana del pican… esa cabra chica fea que ahora se cree mina… Increíble como cambian algunas cosas.

Nos vemos,

Oscar