26 de febrero de 2007

CAPERUCITO EN ARMAS

Riiiing, suena mi timbre. Es el Juampi, viene de tomar once y ha comenzado su diaria tarea de reunirnos a todos para la "patita nocturna". El sitio elegido: "El hoyo", un cauce de anormal tamaño que sirve de resumidero para las aguas que bajan de calle Tocornal. Sus bordes, son perfectos como bancas para "echar la talla" durante un momento.

- "¿Qué hacemos?", le pregunto.

- "Vamos a buscar al Tata y al Oscar, parece que el Osquito también andaba por ahí", me contesta.

Acto seguido, se asoma el Jaime y el Checoso viene del centro. Estamos todos reunidos. Son alrededor de las 9 y media de la noche y ya está oscuro hace bastantes minutos. Las risas van y vienen en lo que parece una jornada normal para los "Morton".

De pronto una sombra tambaleante se aproxima por el sector de calle Castro. Es Caperucito, el repara teles. Bueno, aunque demore años, a veces lo logra. Su vacilante andar es producto de unos tragos de más, algo habitual en este singular personaje y declarado archienemigo nuestro.

Sólo atinamos a mirar cómo se aproxima. El "hoyo" se ubica justo en frente a su casa, pero no inmediatamente encima, por lo que hay bastante espacio para maniobrar un transitar "pacífico". Se nos acerca de manera indetenible.

- "A ver, déjame pasar weón", nos dice agresivamente apartándonos de su camino.

Debido a la notoria borrachera que lleva a cuestas, pierde el equilibrio y se va de bruces hacia el hoyo que nos cobija en ese momento. De pronto y en una rápida acción, Jaime logra asirlo del brazo.

-"Suéltame weón", le dice altanero.

-" ... ¿así que ustedes me rompieron la baranda? ..." insistió balbuceando. "¿Se creen muy inocentes, blancas palomas? ¿Se creen caperusitas inocentes?", esputó enrabiado.
Tal como relatare Coco Legrand en reiteradas ocasiones, se sacudió los pantalones y siguó zigzagueante hacia su morada. Todos hemos quedado mudos por el episodio vivido.

- "¿¿Qué chucha este viejo de mierda??" ... "Casi se va de hocico y nos echa la foca" ... "Caperucito reculiao", claman unas confundidas voces en el "hoyo".

La noche sigue su curso y todo parece haber vuelto a la normalidad. De pronto la puerta de la mansión caperusita se abre y en uno de los hechos más risibles de la noche, el otrora chacal de los condensadores y las resistencias, escoba en mano, sale a barrer su puerta a tales alturas de la noche. Acto seguido, envía a su perro "Kaiser" a vigilar y a merodear los alrededores de su casa para mermar cualquier intrusión en sus dominios.

- "Ve a vigilar", le dice arengando al cancerbero de cuarta.

Atónitos, no atinamos más que a reír y a webear al perro, que no amedrenta ni a un niño de 4 años. Los comentarios no se hacen esperar y tratamos de buscarle una explicación a todo lo que está sucediendo. 

Oscar cree que está muy borracho como para cachar lo que está haciendo, el Juampi dice que debe ser porque la otra vez le agarramos la puerta a piedrazos y se está vengando.

-"Ta loco este weón", le digo a los chiquillos.

-"¿Y qué cresta cree que hace con ese perro ahí?", replica Jaime.

Nuevamente se abre la puerta, y cuando esperamos algún insulto de parte del técnico, sólo llama a su perro y lo entra. Su misión aparentemente ha fracasado. Mientras tratamos de descifrar el enigma, un zumbido pasa por nuestras orejas y termina en un ruido sordo en la reja de la casa de Victor Garra, lugar que parapeta al "hoyo".

-"Uuuhhh, cachaste eso", dice el Tata.

-"Fue un piedrazo", contesta el Oscar.

Pafff. Suena el siguiente.

-"Agáchense cabros, nos están tirando piedras", dice el Osquito.

-"¿¿De dónde vienen??", pregunto tratando de esquivar algo que no veo.

-"Miran cabros, cachen, entremedio de las ramas ... en la casa del Caperusito", dice el Juampi.

En un acto más coordinado que el ballet del Festival de la Una, todos levantamos la mirada al unísono y vemos una de las escenas más bizarras que hayamos vivido durante toda nuestras jornadas en la calle: Caperusito con un casco, estilo comando, oculto entre las ramas de su casa tirándonos piedras a mansalva sin razón aparente.

-"Caperusito culiao", no tardamos en gritarle.

-"Métete los atornilladores en la raja, aweonao", seguimos.

-"Cabros culiaos", nos contesta mientras se oculta para recargar municiones.

Decidimos huir. Abandonamos momentáneamente el "hoyo" para buscar un refugio más seguro. Nadie quiere irse con un chichón a acostarse, pero en nuestras cabezas ya rondaba la idea de la venganza. Nos habían atacado sin provocación alguna. 

La semilla ya había sido plantada y sería a través de la vía telefónica donde ésta germinaría, de lo cual, por suerte, hay un registro grabado.

Continuará ...
¡¡DOBLE ACTUALIZACIÓN!!

Así lo publicó "El Farso" en su edición del 8 de diciembre de 1996, titulando en portada "El ataque de Caperusito".

14 de febrero de 2007

EL SATÁNICO DOCTOR SLIMER

Homenaje realizado al temible Doctor Slimer, conocido también como Carlos Saúl De Menem, Hirotito, Pepe Tapia, durante 1996. Desfilan frente a su "olorencia", Juanqui, Tata y Marcos "Hale".

Nótese que del cuerpo del doctor sale un halo o materia ectoplásmica ... ¿estaría tan caliente en ese momento que se preparaba para rociarnos a todos con su pegajosa materia verde? ¿Porqué habrá cerrado los suburbios del Colga? ¿Deseaba impedir que el FBI llegara a su laboratorio ultrasecreto? Son respuestas que nunca han tenido una respuesta clara.

¿Se acuerdan que una de las características del doctor era cuando aparecía de manera silenciosa y sin emitir sonidos, como espectralmente? Nunca supimos si se materializaba realmente o flotaba por lo que no hacía ruido al pisar.


Muchas páginas del Farso fueron dedicadas a este misteriosos personaje, llegando incluso a sacar dos portadas tras sus viajes al No Mundo.

Historias entorno al Doctor sobran muchas, las que detallaremos más adelante, pero como adelanto les diremos que en la "Bitácora del Capitán Pichula" (diario escrito durante el campamento de 1996) están contenidos con lujo y detalles las aventuras de este gran personaje.

Ya pues, espero actualizar pronto. Ah, acá les dejo una foto del Checoso cometiendo sacrilegio con el brazo del doctor ... quién no se acuerda cuando al doctor le daban los ataque de furia y nos atacaba a Bavaria descubierta, enterrándonosla en la guata.

11 de febrero de 2007

"YA YA YA EMPEZÓ, YA EMPEZÓ"

Acá les dejo un regalito de antaño: El tata haciendo una imitación de "Andresito" (AKA The Globber) cuando le daban las pataletas y pegaba en el suelo diciendo "Ya ya ya ya empezó, ya empezó" Para luego llorar con su clásico llanto: "Iiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii"

Nótese que el Tata sale comiendo un helado de bolsa, en la época en que los Reyes vendían y eran competencia directa de los helados de Ani y Valdini Cia. Si mal no me recuerdo, los de agua valían $10 y los de leche $20. Todo un dineral pa la época.

Ah, la foto es del año 1989.

Alexis

9 de febrero de 2007

FESTÍN DE MIERDA


Una sombra se alarga mientras se aleja del último poste que alumbra de manera constante la escalera a Eloy Caviedes, la expectación crece y la cuenta regresiva comienza a medida que la figura se acerca al primer peldaño.
  • 4, 3, 2, 1 ....., cuentan entre risas todos los muchachos.
  • Yyyyyy..... ¡¡¡Splash!!!, entonamos cagados de la risa.
Como la luz del farol parpadeaba continuamente, la escalera hizo presa de muchos desafortunados zapatos, que no escatimaron esfuerzos para esquivar el vendaval de mierda que se les venía encima. Muchas palmas ya no serían las mismas tampoco luego de aquel hermoso pasadizo de desechos naturales.
  • "Uhhhh, que bacán, ahi viene otro hueón", dice entusiasmado Juanqui.
  • "Tápense las caras con las capuchas, pa que no nos cachen", le digo al resto.

La noche se nos pasó entre risas e imitaciones del sonido de la plasta al ser compactada por una incauta suela desprevenida. El día siguiente, sin embargo, nos develaría la verdadera magnitud de nuestra "intervención".

Son las 11 de la mañana y suena mi timbre. Es Juan Carlos y el Tata.

  • "Cáchate Lale, la escalera está llena de rastrojos de mierda hasta abajo ... ", dice el Tata.
  • "Y hasta hay choclitos duros en el pasamanos", aporta Juampi.
  • "Jajajaja, ¿en serio? vamos a cachar", digo entusiasmado.

El cuadro con el que nos encontramos era digno de un artista plástico moderno, el que en vez de lanzar salpicones de pinturas con sus manos sobre un lienzo, lo había hecho con sus pies sobre concreto y con mierda. "Hermoso", exclamamos al unísono.

Las huellas se extendían varios metros más abajo, y se acumulaba especialmente en los vértices de los escalones, lugar ideal para limpiarse los pies tras casarse con la reina. Las explosiones de risa no se hicieron esperar. Era como que un perro hubiese usado la escalera para limpiarse tras defecar en su descenso.

  • "¿Te imaginai que uno de los que bajó se hubiera encontrado con una amigo allá abajo y le hubiera dado la mano?", dijo Juanqui.
  • "Ja ja ja, o que hubiese venido comiendo ramitas ... o nachos, no habría necesitado mayo ni mostaza", respondí.
  • "Hay que puro repetirla", insistía el Tata entusiasmado.
  • "Ya poh, a la noche vemos como no va con la cacería", dice el Juanqui
  • "Ya oh, me voy a almorzar", les digo a los chicos.

"Chabela", nos decimos, sabiendo que más tarde daríamos inicio a una nueva jornada de recolección de "regalos", quién sabe si más afortunada que la recién terminada.